¿Y si no regreso jamás y este ruido no cesa?
Volvamos a los orígenes. Sigamos un poco más allá. Todavía podemos llegar más lejos. Hasta el infinito. Vamos a volar muy alto. Corre. Pisa el acelerador hasta que todo ésto quede a miles de kilómetros de nosotros. Todavía podemos ir más deprisa. Lleguemos hasta el límite. Atravesemos esa frontera que separa el bien del mal. Dejemos todo atrás. Arriesgémoslo todo. Vamos a soñar una vez más. Puede que por última vez.
Sígueme por ese camino que no sé a dónde va. Vamos a perdernos con el aire y a no volver nunca.
Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.
lunes, 29 de noviembre de 2010
lunes, 22 de noviembre de 2010
Porque hoy es hoy.
Voy a dejar a un lado los para mañana para vivir pensando en hoy. Y voy a desterrar los antes porque ayer era ayer. Me voy a centrar en este preciso instante para dedicarme a un ''carpe diem'' constante. Porque he decidido que voy a ser tan feliz como yo quiera serlo. Que me voy a sujetar la sonrisa con imperdibles si hace falta, para llevarla continuamente puesta. Y es que hoy he mirado al sol de frente y me he llenado de energía y de ganas de comerme el mundo bocado a bocado, y eso es lo que voy a hacer.
Meriéndate el mundo conmigo, tú que me has ayudado.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Todo ésto y mucho más.
¿Te apetece hablar?
- ¿de qué? -
No sé.
De todo y de nada.
De todo hasta llegar a nada y de nada hasta llegar a todo.
Sólo quiero hablar contigo.
¿Sabes?
Hoy he encendido mi viejo ordenador y me he inundado de recuerdos.
Antes guardaba todas nuestras conversaciones.
¿Te acuerdas del día que hicimos la carrera y coincidimos en el mismo segundo?
Todo está escrito y registrado. Para que nunca se olvide.
Es lo bueno de las letras.
Y en todas esas sucesiones de palabras era simplemente feliz.
Contigo era más niña que nunca.
Tenía alegría y fuerza y ganas.
Ganas de vivir y de comerme el mundo.
Pero todo aquello se quedó contigo.
Esa persona ya no existe y yo hace tiempo que no me reconozco.
Y llevo días, meses, años podré decir pronto, tratando de recuperar esa parte de mí, de volver a ser ese yo que era. Pero cada vez que lo intento llego al mismo punto y a la misma conclusión.
Sin ti no puedo.
Te perdí y yo me perdí contigo.
Sólo te pido que me ayudes a encontrarme.
Y a encontrarte.
- ¿de qué? -
No sé.
De todo y de nada.
De todo hasta llegar a nada y de nada hasta llegar a todo.
Sólo quiero hablar contigo.
¿Sabes?
Hoy he encendido mi viejo ordenador y me he inundado de recuerdos.
Antes guardaba todas nuestras conversaciones.
¿Te acuerdas del día que hicimos la carrera y coincidimos en el mismo segundo?
Todo está escrito y registrado. Para que nunca se olvide.
Es lo bueno de las letras.
Y en todas esas sucesiones de palabras era simplemente feliz.
Contigo era más niña que nunca.
Tenía alegría y fuerza y ganas.
Ganas de vivir y de comerme el mundo.
Pero todo aquello se quedó contigo.
Esa persona ya no existe y yo hace tiempo que no me reconozco.
Y llevo días, meses, años podré decir pronto, tratando de recuperar esa parte de mí, de volver a ser ese yo que era. Pero cada vez que lo intento llego al mismo punto y a la misma conclusión.
Sin ti no puedo.
Te perdí y yo me perdí contigo.
Sólo te pido que me ayudes a encontrarme.
Y a encontrarte.
martes, 2 de noviembre de 2010
Lo siento. Siento que lo hayas visto. Siento enredarte la cabeza. Siento volverte un poco más loco. Lo siento por mis idas y venidas. Por mis decisiones en caliente. Y luego más tarde, mis conclusiones indecisas equivocadas o acertadas, no lo sé. No espero que me entiendas. Yo misma sé que soy desconcertante y mis actos inexplicables. Pero es que tengo un cable en la cabeza que se cruza y se descruza cuando le viene en gana y que además no me avisa ni me indica en qué momento está cuerdo y cuándo está completamente enredado.
Yo misma ni me entiendo.
Unos días pienso una cosa y otros otra distinta. Y así no se puede vivir.
A mí no me queda otra opción que vivir con Mr. Hyde dentro de mí. Pero tú no tienes porqué cargar con mi locura. No es justo y no te lo mereces.
Yo misma ni me entiendo.
Unos días pienso una cosa y otros otra distinta. Y así no se puede vivir.
A mí no me queda otra opción que vivir con Mr. Hyde dentro de mí. Pero tú no tienes porqué cargar con mi locura. No es justo y no te lo mereces.
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