Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Ganas.

Le he cogido manía a mi cama vacía. Prefiero la tuya. Usar tu cuerpo como almohada y respirar de ti.
Quedarme despierta y verte balbucear frases sin sentido e intentar descifrarlas.
Que de repente te muevas y en ese estado de duermevela me abraces con ganas.
Y notar tus ganas en mi espalda.
Que me des mil besos medio soñando todavía y yo me aproveche de tu somnolienta debilidad para ponerme a jugar.
Y luego me digas - buenos días - sin saber que son noches. Y después te alegres al preguntarme la hora y ya no te deje volverte a dormir.
Y que te tumbes encima - me apetece mirarte - me digas - y qué guapa estás por las mañanas y por las tardes y por las noches.. y qué guapa te pones cuando te emborrachas, incluso estás guapa los días de resaca.
Callarme y mirarte porque me dejas sin palabras.
Siempre se me dió mejor actuar que hablar.
Y te doy un beso y vuelta a empezar.
Que ya no conozco otra forma mejor de empezar el día ni de pasar la luna.
Y que me basta con un abrazarte fuerte en el sofá y un me da igual lo que echen en la tele porque no lo pienso ni mirar.
Mirar tu ojo verde mirarme de cerca y pensar
- no te puedes ni imaginar lo que te quiero ahora mismo -
Y alargar la hora, la hora de marchar.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Where are you now?


Choque frontal con la realidad.

El teléfono no suena,

coge altura y estalla en mil pedazos.

Eso no me hace sentir mejor,

tu cabeza no estaba debajo.

Incertidumbre de no saber qué ocurre

o si ocurre.

Siempre en estado de espera

y el que espera,

desespera.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Mi vida se rompe en pedazos.
Arreglo algo y vuelve a romperse..
Fortaleza.
Proceso de enamoramiento progresivo.
Ahora sólo quiero dedicarme a esto por completo, a lo que siempre quise dar mi vida.
Dedicarme a ti.
Despedazar mis pensamientos y desordenar mis sentimientos, ordenadamente,
para volverlos a unir,
poco a poco,
a lo largo de páginas en blanco que esperan para mí.
Y escribir.
Escribir como si no existiera nada más,
como si la vida consistiera en esto.
Escribir para recordar mis sentimientos cuando el tiempo haya pasado.
Porque los momentos pasan y se desvanecen.
Las palabras permanecen.
Ahora sólo pienso en ti.