Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.
lunes, 3 de enero de 2011
Es impresionante la de clases de adicciones que existen. Sería demasiado fácil si solo fueran hábitos. Creo que la parte más dura de mandar a la mierda un hábito es querer mandarlo a la mierda. A menudo, las cosas empiezan de cero como una parte normal de tu vida y cruzan la línea de la obsesión. Pierdes el control. ''Que unas personas hagan cosas horribles no quiere decir que sean personas horribles.'' El caso es que la adicción no acaba bien porque, tarde o temprano, deja de hacer sentir bien y empieza a doler. Pero dicen que no mandas a la mierda un hábito hasta que caes en lo más bajo. Pero, ¿cuándo sabes que has caído? Porque no importa cuánto daño nos está haciendo algo; a veces, dejarlo marchar, nos duele más.
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