Tenía algo que decir pero ya no me acuerdo.
Había algo que sentía, que quería.. y ya no sé dónde está.
Ahora hay un vacío que no entiendo de dónde a venido.
Tal vez sea algo relacionado con mis neuronas espejo
y puede que le haya robado los sentimientos a otro.
La verdad es que estoy cansada del frío que nunca se marcha,
de mi piel de lija,
de los bordes de mis ojos
y de mi incontinente ansia que nunca se sacia.
Harta de papeles en blanco que ya no soy capaz de rellenar
y de otros ocupados por letras que jamás me interesarán.
Del cenicero abarrotado,
del movimiento de tierra enfrente del balcón
y de la luz gris.
Agotada de los días iguales,
del tiempo sin nada y de dejar pasarlo.
Como aquel que abre el grifo y deja el agua corriendo,
que se escape,
que fluya,
que marche,
que se gaste.
Estás agotada de la rutina y los días iguales
ResponderEliminarya sabes la causa ahora toca poner solución ;)
Es el vacío que nos invade a veces, ese vacío que nos cuestiona hasta lo asumido...ese vértigo que nos entra cuando a veces sentimos no saber qué de qué...esa sinrazón acumulada en el destiempo, ese pálpito de nuestra mismidad que nos cuestiona hasta lo más mínimo por sentirnos vivos...
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