Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.
domingo, 19 de mayo de 2013
Lo más doloroso es que te miro y te quiero. Eso es lo peor de todo. Que no siento una gota de rencor, ni de odio, ni de enfado cuando te tengo delante. Es que veo tus ojos y sólo puedo quererte. Me sonríes y sólo puedo sonreírte. Aunque luego te marches y vuelva el vacío y la tristeza y la rabia. Sobre todo la rabia. Pero te veo y todo se remueve por dentro. Eres como una tormenta de verano. Un huracán de sensaciones.. Tú siempre apareces para ponerlo todo patas arriba, y luego te marchas como si nada hubiera pasado, dejando la calma de después de la tormenta. Dejando el silencio de después de los truenos. Dejando el vacío. Eso es todo lo que queda. Pero te miro y te quiero. Y esa es una certeza imposible de ignorar.