Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.
domingo, 19 de mayo de 2013
Sigo intentado encontrar una explicación. A lo mejor es que tenemos tantas cosas de que hablar que no sabemos por dónde empezar. O puede ser que simplemente no tengamos nada que decirnos. Pero yo sé que cuando tiemblas no es de frío sino de amor. Y que si tus manos me rozan y tus ojos me miran, tú me besas en el cuello en lugar de en los labios porque los labios son cosas de enamorados y tú no te enamoras y tampoco te entregas. Porque tú eres de todo bajo control. De follar despacio, en silencio y con preservativo. Orgulloso e incomprensible. Tu mente es un muro completamente cerrado con el que me choco una y otra vez. Y si tú no me hablas yo no te entiendo. Pero lo cierto es que nosotros somos más de silencio y de la procesión va por dentro. Pero también es cierto que nuestros cuerpos se entienden cuando están desnudos, y eso es más importante que todas las conversaciones que nunca tendremos.