Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Llegó y terminó para siempre con las dudas, con los miedos, con las excusas y con la distancia. 
A pesar de estar a cientos de kilómetros. 
Porque los latidos desbocados del corazón, la pasión de sus ojos, la firmeza de sus manos en mis piernas, y la felicidad de su risa, son cosas que hacen del mundo un lugar mejor. 
Ya no hay tristeza a pesar de las lágrimas. 
Las manos encajan, los cuerpos conectan y las carcajadas se sincronizan. 
No puede ser nadie que no sea él. 
Dicen que cuando aparece lo sabes. 
Nosotros lo supimos incluso antes de aparecer. 

Y ahora todo es infinito. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Estos días mi sonrisa de virgen, no por pura ni inmaculada, ni por himen intacto, va adosada a mi boca porque tú, que ni eres todopoderoso ni divino ni santo, sí sabes cómo llevarme al cielo con el ''click'' de tus pestañas...

lunes, 1 de septiembre de 2014

Estuve en las partes oscuras de todo tu cuerpo, 
en rincones con palabras mudas
que apartaban a besos todas nuestras dudas.

Avancé los pasos que dejaron rastros
de todos los gastos de nuestros abrazos.

Canté entre barrotes
letras sin acordes.
Grité en el silencio todas las palabras
que durante tiempo estuvieron calladas. 

No busqué otra excusa para la derrota
que toda esta historia que ya estaba rota.

Vomité el pasado lleno de recuerdos,
todos los que tuve ya no los tenemos. 

Que todo mi cuerpo está en movimiento 
pero el tiempo pasa cada vez más lento.

domingo, 3 de agosto de 2014

¿Dónde irán los sueños que olvidamos al despertar?
¿Dónde están las cosas que se fueron de verdad?
¿Dónde acaban las historias que terminan?
¿Dónde empieza el principio después del final?
Cuando el alma se congela ¿dónde van los sentimientos?
¿Qué hacer con todo aquello que un día tuvimos? 

¿Qué hago con el dolor por el dolor?
¿Dónde guardo todo eso que un día quise darte, que no te dí y que ahora no tengo para nadie? No es justo dárselo a alguien para quien no fue creado.
¿Cómo reciclar las emociones?
No podemos recuperar aquello que ya no está.
Todo es despreciable cuando el tiempo transcurre.



sábado, 26 de julio de 2014

Standby

Soy una polilla que gira alrededor de tu luz,
intentando que la oscuridad quede atrás.

Soy esa sonrisa forzada cuando el peso te vence.
Tan solo un intento de algo sin alcanzar.

Soy esa raíz que se aferra a la tierra cuando está seca,
el pájaro con el ala rota que alza el vuelo desde la azotea,
cristal en pedazos que ni siquiera cortan.

Soy todo lo que aun no ha ocurrido y lo que queda por venir.
Soy letras escritas en papel que jamás se leerán.

Soy incertidumbre bañada en espera y las expectativas pendientes.
Soy el silencio forzado de los ascensores, 
el domingo por la tarde antes de llegar el lunes,
los cinco minutos retrasados en la alarma.

Cuando el horizonte termina solo queda esperar.
Esperar que aparezca la luz,
que surja de la nada todo lo que espero.

Aquello que tratamos de ser queda siempre a un lado cuando la certeza llega.
Es la noche la que habla.
Soy un standby constante.


Dejarse llevar suena demasiado bien.

¿Qué es lo que te hace pensar que ya no habrá más?
Déjame entrar en tu alma y hacerte adicto a mí. 
Ya no podrás decidir,estoy dentro de ti...
¿Por qué piensas que no saldrá bien?
Si todo lo que tenemos somos nosotros,
y no hay nada que perder.
El agua ya está corriendo y la cascada está cerca,
coge mi mano y vamos a lanzarnos.
La caída puede ser espectacular aunque duela.
¿Cuándo empezaste a dejar las cosas pasar?
La vida es esto que nos ocurre mientras planeábamos lo contrario.
Déjate llevar por caminos que no sabemos dónde llegarán..
Las mejores cosas pasan por casualidad.
¿Cómo sabrás si es real si abandonas ahora?
Vamos a darle la vuelta a la suerte, demostremos que también podemos ganar.
Que hay ocasiones en las que se pierde, pero ahora no quiero dejarte marchar.
El verdadero problema es que le encantan los principios y odia todo lo demás. 
Que adora los comienzos, 
los pasos dudosos, 
las palabras escogidas, 
los roces sin querer y queriendo con escalofrío incluido, 
y los besos torpes del principio, 
miedosos, 
cautos, 
con cuidado, 
esperanzados, 
con ilusión... 

Pero sobre todo, 
es adicta a la emoción del no saber qué vendrá, 
del poder imaginar cómo será, 
qué pasará, 
cuándo, 
dónde 
y por qué. 

Está enganchada a las expectativas, 
a la incertidumbre 
y a la libertad que te deja el no saber, 
para pensar que puede ser lo que tú quieras que sea.
Quédate aquí como se quedan los rastros del sol, 
y no te marches como no se van las ganas de ti.

Que ahora estoy como los días después de la lluvia, 
como el cielo cuando desaparece la tormenta.

Me has tocado con algo que no tiene nombre 
y no sé llamar de ninguna manera a esta sensación.

Sigue existiendo la libertad y con ella te escojo a ti. 
No queda rastro de sentimientos anteriores. 

Apareces y el tiempo se detiene, 
el colchón se convierte en mesa donde comernos a besos, 
y descubres rincones que no sabía que existían en mi cuerpo. 

El parque ha cambiado de aspecto desde que tú estás en él, 
y el laberinto es un sitio en el que siempre encuentro la entrada pero no quiero que llegue la salida. 

Déjame entrar en tu cabeza y ayúdame a despejar esas ideas.
Porque mis pensamientos no están claros 
pero el mundo es menos cruel desde que tú estás en ellos. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

Esa noche, la vida se le había ido del todo de las manos. La alegría le subía por el estómago como la espuma de la cerveza, y el picor de la garganta le dormía las ideas. Pero todo estaba claro. La mente estaba en blanco y su cuerpo en movimiento. Tan sólo había sitio para impulsos primarios, y los sentimientos eran simples pero claros. No importaban sus días oblicuos, ni su rutina, ni su esfuerzo por encontrar algo más allá de toda esa mierda en la que estaba inmersa y a la que otros llamaban estabilidad. Habían quedado a un lado sus ansías de escapar y las ganas de marchar a otro lugar en los que la palabra sociedad sonara a algo de lo que ella quisiera formar parte. Ya no importaba su falta de libertad, ni la tristeza por la palabra humanidad, ni los fantasmas del pasado, ni las voces en su cabeza, ni el cansancio de las mentiras, ni el exceso de ganas de vivir fuera de todas esta basura. De verdad, y en realidad, todo esto, esa noche, había quedado a un lado.
Ya sabía que la sensación no era real, y que todo se desvanecería en cuanto se echara a dormir y empezara a soñar. Que los sueños no siempre son buenos, y que la vida es aun más cruda cuando abres los ojos después de esas historias.
Pero ahí estaba, en la primera fila de la única fila del concierto. Moviéndose con más ganas que nunca, cantando rock and roll a pleno pulmón y desprendiendo una felicidad que cualquiera que la conociera peor que ella misma se podría creer.
Y él se la creyó. Mientras tocaba el bajo miraba a aquella chavala que saltaba sin parar, que le retaba, que le bailaba, que le cantaba.. La veía cómo iba de la barra al baño, del baño a la barra, de la barra al escenario, y del escenario arriba. Cómo reía sin parar, cómo disfrutaba, cómo miraba a sus amigos y, sobre todo, cómo ellos la miraban. Con esos ojos con los que se mira a alguien realmente feliz. Y sólo así podía mirarla él.. Creo que desde ese momento la empezó a querer.
Pero ella había empezado a prescindir de la palabra amor, y en ese momento su cabeza flotaba y sus instintos bailaban. Y sólo quería dejar de querer y dejarse querer. Y le habría dejado a cualquiera con una cara bonita y cuatro palabras inteligentes. Le tocó a él que además tocaba y lo hacía bien. No podía sustituir el vacío, ni sentiría el hormigueo en el estómago, ni las ganas de cambiar de vida por él. Pero tocaba y lo hacía bien. Y cuando le cogió la mano sintió que podía sostenerla temporalmente, y que si recorría su cuerpo recuperaría durante unas horas aquello que ya no sentía, y el placer podía ser reconfortante viniendo de esos dedos. Tenía ojos de buscar calor, de querer querer y de vivir por y para algo. Y eso es algo que no todo el mundo tiene. Y ese era un día de esos en los que hay que aprovechar aquellas cosas poco comunes que de vez en cuando aparecen. Así que echó a andar y él la siguió.Y, entre sábanas, se le olvidó por un tiempo toda su historia anterior, la foto de la estantería, los años perdidos, el amor reciente, el corazón cerrado, las decepciones, la ilusión desvanecida, la cruda certeza y todo lo ocurrido en los últimos tiempos.

Pero todo se acaba rápido y la noche más. Y el sol llega como llegan los finales anunciados, entrando por la ventana abierta de esa habitación que hacía unos instantes había sido otra. Y ella despierta como siempre que despierta de un buen sueño. La ficción ha terminado y la vida continúa. El tiempo del chico del bajo se ha acabado, y de la chica feliz de la noche anterior ya no queda rastro.

- Te acompaño a la puerta - Es todo lo que dice mientras le tira de la cama.