Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.

domingo, 3 de agosto de 2014

¿Dónde irán los sueños que olvidamos al despertar?
¿Dónde están las cosas que se fueron de verdad?
¿Dónde acaban las historias que terminan?
¿Dónde empieza el principio después del final?
Cuando el alma se congela ¿dónde van los sentimientos?
¿Qué hacer con todo aquello que un día tuvimos? 

¿Qué hago con el dolor por el dolor?
¿Dónde guardo todo eso que un día quise darte, que no te dí y que ahora no tengo para nadie? No es justo dárselo a alguien para quien no fue creado.
¿Cómo reciclar las emociones?
No podemos recuperar aquello que ya no está.
Todo es despreciable cuando el tiempo transcurre.