Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

La vida es o debería ser como una puesta de sol. 
Que la disfrutas porque es increíble, preciosa, espectacular, y no sabes si volverás a ver una tan bonita como esa algún día. 
La vida es o debería ser así. 
Como el último día en la playa, el último baño en el mar, o como el último bocado de tu comida favorita. Que lo saboreas porque sabes que se va a acabar. 
La vida es o debería ser lo mismo.

No sabemos cuándo acabará, pero cualquier puesta de sol puede ser la última. Cada beso puede ser el último. Cada conversación, cada risa, cada mirada, cada sorbo.. 
Puede ser el último.
Y deberíamos disfrutarlo como tal.

viernes, 23 de agosto de 2013

Lo que necesito es alguien para quien sea prioritaria y no opcional. Alguien que me quiera por encima de todo. Que no deje nada por mí, pero que esté dispuesto a hacerlo. Que no conciba la vida si no es conmigo, y que su mayor hobby sea yo misma. 
No quiero ser una pieza más de tu vida.. Quiero ser tu vida. Y que nos baste con pasar el tiempo juntos. Que dé igual dónde y que dé igual cómo. Que no importe nada más que nosotros. 
Alguien que quiera hacer mil cosas conmigo.. Incluso tirarse en paracaídas. Porque si yo salto tú saltas y si tú saltas yo salto.
No quiero alguien a quien le baste una noche por semana de estar conmigo y dos o tres llamadas de qué tal, qué has hecho hoy. No quiero alguien que me hable de sus cosas sin que me importen y que oiga las mías sin que le importen. Que la conversación se reduzca a lo que has hecho en el día y luego ya no nos queden más opciones que besarnos porque se acabaron las palabras. No quiero alguien que me quiera y que le quiera pero que eso sea todo. No quiero familia, quiero amor. Un amor de los de películas. De los que te cortan la respiración y no te dejan dormir por las noches porque la vida real supera a los sueños. Uno de esos que te desquician, que te vuelven loco, que te llevan al límite..
Eso es lo que quiero.

domingo, 18 de agosto de 2013

Apaga la televisión, abre las ventanas y que entre el aire, el sol, el calor, el frío, la lluvia o lo que sea que ande por el cielo en este momento. 
Asómate, mira el mundo y sal a la calle. 
La vida está pasando. Únete a ella. 
Cada segundo es vida. 
Cada instante la tierra gira un poco más sobre sí misma y un poco más en torno al sol. 
Y tú estás girando con ella. 
Haz que se note. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Soy yo la que se desdobla en dos personas diferentes. Soy yo la que no comprende a ninguna de las dos. Soy yo la que se destroza tratando de atender, satisfacer y entender las dos partes de mí misma.  La única que trata de vivir y convivir con dos personas a la vez. También soy yo la que sé que lo más sencillo sería hacer desaparecer a una de las dos. Elegir la “yo misma’’ que me hace feliz, la Yo que quiero ser. Decidir cuál es el papel que quiero interpretar el resto de mi vida.

Trato de convencerme de que estoy entre yo y yo y no entre tú y yo. No sé cuál es la parte más difícil. No sé si sería capaz de dejar todo aquello que me hace más yo. Aunque no sé si es esa yo la que soy en realidad.

No puedo vivir más tiempo escondiendo la cara verdadera. Puedes pensar que soy buena y que te quiero y que estoy contigo. Y es cierto. Pero también es mentira. 
A veces, muy a menudo, aparece esa parte salvaje e innata que llevo tan dentro que nunca se marcha. 
Antes me excusaba en el alcohol. Pero he demostrado con creces que no es eso lo que me hace crecer. 
Es el aburrimiento, y la rutina, y la estabilidad, y la seguridad y todas esas cosas que hacen que mi vida parezca normal, y predecible y, sobre todo, vulgar.

No quiero una vida común. No quiero la vida que cualquiera podría tener.


Por eso elijo, aun sin elegirlo, vivir muchas vidas en una. 

domingo, 19 de mayo de 2013

Lo más doloroso es que te miro y te quiero. Eso es lo peor de todo. Que no siento una gota de rencor, ni de odio, ni de enfado cuando te tengo delante. Es que veo tus ojos y sólo puedo quererte. Me sonríes y sólo puedo sonreírte. Aunque luego te marches y vuelva el vacío y la tristeza y la rabia. Sobre todo la rabia. Pero te veo y todo se remueve por dentro. Eres como una tormenta de verano. Un huracán de sensaciones.. Tú siempre apareces para ponerlo todo patas arriba, y luego te marchas como si nada hubiera pasado, dejando la calma de después de la tormenta. Dejando el silencio de después de los truenos. Dejando el vacío. Eso es todo lo que queda. Pero te miro y te quiero. Y esa es una certeza imposible de ignorar.
Sigo intentado encontrar una explicación. A lo mejor es que tenemos tantas cosas de que hablar que no sabemos por dónde empezar. O puede ser que simplemente no tengamos nada que decirnos. Pero yo sé que cuando tiemblas no es de frío sino de amor. Y que si tus manos me rozan y tus ojos me miran, tú me besas en el cuello en lugar de en los labios porque los labios son cosas de enamorados y tú no te enamoras y tampoco te entregas. Porque tú eres de todo bajo control. De follar despacio, en silencio y con preservativo. Orgulloso e incomprensible. Tu mente es un muro completamente cerrado con el que me choco una y otra vez. Y si tú no me hablas yo no te entiendo. Pero lo cierto es que nosotros somos más de silencio y de la procesión va por dentro. Pero también es cierto que nuestros cuerpos se entienden cuando están desnudos, y eso es más importante que todas  las conversaciones que nunca tendremos.

jueves, 14 de febrero de 2013

He perdido el tiempo, la calma, la vida, las cosquillas y el abrigo. He tardado años y siglos y días y un tiempo incontable en olvidar, en comprender y asimilar. Sólo ha faltado la mitad de lo que he necesitado, y he necesitado el doble de lo que quería. Pero te quería. Y eso es algo tan grande como que el mundo es mundo y que vida sólo hay una. Tan grande como flotar en medio del universo y girar sobre uno mismo y alrededor de una órbita. Quererte ha sido gigante. Y el gigante has sido tú. Inmenso en mi vida, en mis días.. inmerso. Y ya no sé si es tiempo de olvidar, de recordar o de volver a empezar. Que lo mío nunca ha sido decidir ni elegir. Y que me pasaría las horas pensando. Pensando en mí y en ti y en los dos y en las noches en los coches, los abrazos del portal, el subir por el balcón.. Dejarte entrar, pasar, jugar, rodar y marchar. Quererte ha sido como la vida, como el mundo, como la humanidad, como el amor. Las dos caras de la moneda. Impresionante. Increíble..
Y doloroso. Muy doloroso.

miércoles, 2 de enero de 2013

¿Cómo me siento? Es como si tu mano agarrara mi corazón. Sin soltarlo. Bien fuerte. Estrujándolo. Retorciéndolo. Dándole vueltas y más vueltas. Dejándolo sin oxígeno. Impidiéndole respirar. Torturándolo y quitándole la vida poco a poco. Segundo a segundo.
¿Aun no lo entiendes? Está en tus manos. Es tuyo desde hace tiempo. Y tú sigues cerrando los puños. Apretando. Asfixiando. Ahogándolo. Y ahogándome.
Ya no aguanto más. Quiero que desaparezca esta sensación, que desaparezca el corazón o que desaparezcas tú. No hay más opciones, y no sé si tengo control sobre alguna de ellas.
Pero tú sí. Puedes terminar de destrozarme. Aprieta del todo. Déjame sin alma. Es lo mínimo que puedes hacer después de años de tortura. Termina con esto. Pon punto y final de un sólo golpe y cierra la mano por última vez. No te volveré a ver.