Escribir es mi única forma de expresión, mi consuelo y mi desahogo. Es mi válvula de escape cuando los pensamientos se acumulan en mi estómago, me colapsan la garganta y me impiden respirar.

domingo, 13 de marzo de 2011

Un cuadro de Dalí.

Pasas la siguiente página y todo vuelve a ser una espiral de palabras

sin fin,

sin sentido,

sin amor.

Llegas a ese punto en el que todo importa nada,

donde hasta el miedo se ha echado a correr

y el tiempo ha quedado reducido a un espacio con música.

Y las horas pasan sentadas frente a ti.

Ya no queda luz,

ni ideas,

ni ganas.

En el espejo hay un tú que se parece a ti pero no eres tú.

La casa se parece a un cuadro de Dalí.

Las voces de la calle parece que te gritan.

Y los rincones te miran esperando un poco de atención.

No hay mayor infierno que la duda.

Y no hay mal que por bien no venga.

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